Sociedad del Conocimiento

Hoy formamos parte de una sociedad, que algunos autores la han llamado sociedad de la información  (Machlup, 1962; Bell, 1973; Castells, 2000) y otros sociedad del conocimiento (Drucker, 1993; UNESCO, 2005). Una sociedad caracterizada por el gran flujo de información y por una capacidad de conexión comunicación y participación nunca vistas en años anteriores.
A lo largo de toda la historia de la humanidad se han producido una serie de avances tecnológicos de mayor o menor repercusión, los cuales en su conjunto nos han impulsado y desarrollado como sociedad. Lo hizo primero el lenguaje, permitiéndonos expresarnos; después la escritura haciendo posible que pudiéramos transmitir nuestro conocimiento de forma mucho más sencilla a las futuras generaciones, después llegó la imprenta que puso la información al alcance de grandes grupos sociales, y más recientemente, ha sido el teléfono, la radio, la televisión y finalmente la irrupción de lo digital e internet, cuya llegada ha supuesto un cambio radical. Estamos en un punto en el que el ritmo de introducción de nuevas tecnologías es cada vez más acelerado, lo cual supone un cambio desde un crecimiento de tipo lineal hacia uno de tipo exponencial. Esto se ha producido fundamentalmente por tres factores: en primer lugar, debido al aumento de la capacidad de computación; en segundo lugar, al progresivo abaratamiento de la tecnología en relación a su capacidad de procesamiento; el tercer factor clave es, el hecho de que unas tecnologías son claves para la aparición de otras, por ejemplo el desarrollo de la capacidad de procesamiento de los computadores ha posibilitado el análisis de enormes cantidades de información. No debemos olvidar que nuestra capacidad de comunicación es cada vez mayor, lo que hace que el ritmo de colisión de ideas y de colaboración entre profesionales, que desarrollan investigación en distintos campos, se haya visto multiplicado durante estos últimos años.
Internet ya no es futuro sino presente. Todos tenemos más o menos una idea clara de cómo funciona y para qué sirve y lo cierto es que la tasa de penetración de internet sigue avanzando en todas las sociedades y aunque se están abriendo nuevas brechas entre los que tienen acceso o la usan bien y los que no, lo cierto es que la evolución es imparable y ostenta la calificación de ser la tecnología que más rápidamente se ha posicionado a lo largo de toda nuestra historia.
Cada vez hay un mayor número de usuarios de internet en el mundo, tanto así que ya superan la mitad de la población global. Eso se resalta en la nueva edición del informe que presentan We Are Social y Hootsuite en este 2018, y que año con año muestra las estadísticas, análisis y principales tendencias acerca del número de usuarios de internet, el uso de la telefonía móvil, las redes sociales así como del eCommerce a nivel global. En su informe de 2017 el estudio mostraba un número de usuarios de internet de 3.750 millones de personas, ahora esta cifra ha aumentado hasta lograr 4.021 millones, nada menos que el 53% de la población mundial. De ellos, un total de 5.135 millones (el 68%) procede de dispositivos móviles. (https://marketing4ecommerce.net/usuarios-internet-mundo-2017/)
La sociedad de la información emerge como un nuevo orden social en el que las distintas tecnologías de la información y la comunicación, las TIC, han tomado un papel protagonista en las actividades sociales, culturales y económicas. Una característica que identifica la sociedad de la información, es el fuerzo de convertir la información en conocimiento. De igual manera, otra característica es la velocidad con que la información se genera, se transmite y procesa.
Para la UNESCO (2005) “la noción de sociedad de la información se basa en los progresos tecnológicos” (p. 17).
Autores como Peter Drucker (1993) comienzan a hablar de la sociedad del conocimiento y otros como Manuel Castells (1997, citado en Alfonso 2016) lo hacen como sociedad red.
Las tecnologías de la información constituyen las herramientas que permiten avanzar en el conocimiento y un nuevo tipo de sociedad precisa de un nuevo tipo de trabajadores: los trabajadores del conocimiento (Drucker, 1974, citado en Alfonso 2016).
El hecho de que la sociedad de la información sea un proceso global que afecta a todas las regiones del planeta, ha generado una nueva desigualdad social excluyendo a determinados sectores de la población. Podríamos distinguir entonces tres tipos de brechas:
La brecha digital de acceso, que es la más conocida y se refiere a la falta de infraestructuras básicas o internet, aunque también puede hacer referencia al resto de las TIC como los teléfonos móviles y otros dispositivos.
La brecha digital de uso, se refiere a la falta de competencias digitales que impiden que utilicemos la tecnología de forma adecuada, este tipo de brecha se encuentra muy relacionado al término alfabetización digital.
 La brecha digital de apropiación, que se aplica a la falta de nuestro propio empoderamiento para el uso de la tecnología, es decir, la capacidad que tenemos para apropiarnos de una herramienta y adaptarla a nuestro contexto de uso.
En el año 2001 Marc Prensky propuso el término de “nativo digital” que se aplicaba a aquella primera generación de jóvenes que llegan a la universidad tras haberse formado inmersos en las llamadas nuevas tecnologías, a su vez definió el concepto de “inmigrante digital” para aquellas personas que nacieron antes y han tenido que adaptarse al nuevo contexto. Lo anterior podría hacernos suponer la existencia de una brecha intergeneracional que estaría agravada por el hecho de que en este momento es la generación de inmigrantes digitales la que estaría formando en el uso de las tecnologías a los llamados nativos digitales, pero lo cierto es que la única ventaja que presentan los llamados nativos digitales, es que al haber nacido rodeados de esta tecnología no necesitan una adaptación al medio, pero si un aprendizaje y que además mantienen una actitud abierta frente al uso de estas herramientas. Parece que se están dando pasos importantes pero aún nos queda mucho camino por recorrer para consolidarnos como sociedad del conocimiento.
Un elemento central de las sociedades del conocimiento es la “capacidad para identificar, producir, tratar, transformar, difundir y utilizar la información con vistas a crear y aplicar los conocimientos necesarios para el desarrollo humano. Estas sociedades se basan en una visión de la sociedad que propicia la autonomía y engloba las nociones de pluralidad, integración, solidaridad y participación”. (UNESCO, 2005, p. 29)


Sociedad del Conocimiento y Educación
La educación es un factor esencial para el progreso y desarrollo de las sociedades.
La educación que se entrega en los centros educativos (escuelas y centros de formación), ¿es la qué se necesita en nuestros tiempos?
Si intentamos hacer una revisión de la evolución desde la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento y sus alcances en educación, podemos destacar:
En el paradigma de la sociedad de la información, la información es la estructura central de la nueva economía; se presenta un auge de los medios de comunicación (TV, radio, teléfonos) y de las nuevas tecnologías, pero no se garantiza el conocimiento. Se hace necesario desarrollar nuevas habilidades que permitan transformar la información, que es masiva e indiscriminada, en conocimientos.
Es por ello que se hace necesario evolucionar a un enfoque que interprete de mejor forma la dinámica de la sociedad del Siglo XXI: Sociedad del conocimiento.
En la sociedad del conocimiento se requiere desarrollar la habilidad de procesar la información disponible, interpretarla con criterio, otorgarle significado, aplicarla en diferentes contextos, compartirla y enriquecerlas, es decir, transformarla en nuevos saberes útiles. Además, se requiere:
Aprender a aprender con autonomía.
Aprender a hacer.
Actualización permanente.
Anticiparse a los acontecimientos y adaptarse a los cambios.
La educación juega un papel de mediador entre las experiencias de los estudiantes y el abrumador y denso flujo de información que reciben permanentemente, convirtiéndose en la base y la llave de la Sociedad del Conocimiento.


Bibliografía
Alfonso, I. (2016). La Sociedad de la Información, Sociedad del Conocimiento y Sociedad del Aprendizaje. Referentes en torno a su formación. Bibliotecas anales de investigación. P. 235-243.
Burch, S. (2006). Sociedad de la información/sociedad del conocimiento. Texto extracto del libro Palabras en Juego: Enfoques Multiculturales sobre las Sociedades de la Información, coordinado por Alain Ambrosi, Valérie Peugeot y Daniel Pimienta, publicado el 5 de noviembre de 2005. Obtenido de: https://vecam.org/archives/article518.html
Bell, D. (1973). The coming of post-industrial society; a venture in social forecasting(Alianza, Trad.) New York: Basic Books.
Castells, M. (2000). La era de la información (Vol. 3). Madrid: Alianza.
Drucker, P. (1993). La sociedad pos capitalistaArgentina: Editorial Sudamericana S.A.
Machlup, F. (1962). The production and distribution of knowledge in the United StatesPrinceton University Press.
UNESCO. (2005). Hacia las Sociedades del Conocimiento. Francia: Jouve, Mayenne France.

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Lecturas recomendadas:
Alfonso, I. 2016. La Sociedad de la Información, Sociedad del Conocimiento y Sociedad del Aprendizaje. Referentes en torno a su formación. Biblioteca analas de la investigación.
Crovi, D. (2004). Sociedad de la Información y el Conocimiento. Algunos deslindes imprescindibles. Obtenido de: http://www.historiaoralargentina.org/attachments/article/tc1/sociedad_informacion_conocimiento.pdf
UNESCO. (2005). Hacia las Sociedades del Conocimiento. Francia: Jouve, Mayenne France.

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